Thursday, April 27, 2006

Barrio Granada II

ojala no la destruyan ellos los que se venden por $$$






La pereza de la tarde, acompasaba  la forma lenta y bambolienta del caminado de las caleñas, que por el calor o los yines súper estrechos, dice la canción, y que son como las flores, que vestidas van de mil colores, las caleñas, que con ese caminado de palmera. Solo el viento hacia de música de fondo a esta tarde en Chipichape. Entraron a pillar cds a Towers y Clementico se posesiono a escuchar a RBA o algo así que estaba de moda cuando todavía no llegaba a los diez años.


En la esquina del pasillo al final de donde se encontraban ellos, un man parchado con audífonos y gafas oscuras, a Lola le llamo la atención, tenia un aire que le recordaba a Jair. Lola todavía conservaba, aunque se disfrazara de loba, esa ferocidad y belleza innata de su tiempo, habían pasado solo 10 años desde la noche en la casona del Fercho, por aquella época solo era una sardinita cruda y rebelde. Hoy aún joven y más bella que antes, le palpitaba aun el corcel y el tigre brutal interno. Tenía ojos ambarinos y el pelo teñido de blonde, no le habían salido las canas todavía, así que no se sacaba rayitos del el pelo aun. No usaba colorete ni maquillaje, siempre fue fresca, natural y agraciada, y lo sabía, no tenía el aire relajado y bacano de la Paloma, pero ahí estaba. Le molestaba que la pinta esa que escuchaba música con audífonos no le hubiera puesto el ojo, ni se había dado cuenta de su existencia. Estaría en sus treinta, bluyines desteñidos untados de pintura, camiseta raida y algo como un logo de un dragón de la época medieval europea en su camiseta, botas viejas y raidas por el paso del viento en contravía, Lola disimulaba ver los cds de música del estante, mientras caminaba de lado hacia él, y cuando estuvo cerca, cambio de carril y dio como un girito para pasar detrás de él y ver que escuchaba, no entendió ni pío, era algo como ¿Soni-Yul?, o algo parecido, fue de reojo que pudo pillar ese nombre, bajó a la zona de rock y busco algo que empezara con "s”, hasta que encontró algo similar que decía “Sonic Youth”... uhmmm, pensó, busco a Clemente por encima del estante a ver en que andaba y vio que aun seguía escuchando cds, volvió a ver al tipo, y ya no estaba, escaneo con su mirada por todos lados y cuando viró los 360° se dio cuenta que él estaba junto a ella, buscaba la “s” y de seguro era Sonic Youth el que quería, perfecto, pensó Lola, siguió haciéndose la loca mirando a la portada del cd y cuando el man llegó a la “s”, vio que ella tenía lo que buscaba, se quedo mirando pero sin decir nada. Lola sabía que si él no decía algo rápido, era del tipo despistado que no tiene los pies sobre la tierra para hablarle a las peladas, así que le tocaría a ella desembolsar la lengua y decir algo:

-       “Sonic Youth”, uhmmm creo que es buena onda, dice Lola sin mirar al tipo, pero con la voz apuntando hacia su rostro, para que el “despistado” se diera cuenta que estaba hablando con él.
-       Sí creo es bacano… lo estuve escuchando… hace rato no sé nada de ellos desde que los vi en concierto en California, añadió.
-       ... engreído, pensó Lola, se las pica de mucho viaje este man. ¿Los vistes en concierto?, guau ¡bacanisimo!... –le dice, abriendo esos ojos de almendra gigante de la forma que solo Lola sabe hacerlo, y que le hacían de cómplices a un par de hermosas pestañas naturales que le bordeaban las lámparas con líneas perfectas... pensaba Max mientras la miraba también a los labios, en como cambiaban de forma y armonía con tantas palabras que le goteaban, mientras le salían un resto de vocales y consonantes de las que Max no entendía nada, pero seguía mirándola y se ensimismaba entre una magia hechicera… claro que siempre le pasaba lo mismo, o casi siempre con cualquier bella que conocía, pero este caso era en extremo diferente.
-       ¿Cómo?, le dice Max, sin saber que le habían preguntado...
-       Que si ya lo habías escuchado
-       Si... que ya te había dicho...
-       Oh, perdona mi olvido, ¿es bueno el álbum?
-       Claro seguro, es asperísimo
-       Me gustaría escucharlo... pero Lola rápidamente pensó, que a lo mejor este man, se le salía por la tangente, y rápidamente agrega; yo realmente no los conozco, ¿vos serias  capaz de enseñarme a entender este tipo de música?, primero no sé ni pito de ingles, luego me pase la adolescencia bailando salsa pesada vieja, y luego que mi novio se murió, quede sola y nunca mas volví a escuchar música... como será que en la casa no tengo equipo, solo se escucha a lo lejos la música de mi hijo en su pieza... Max le miraba los ojos como soles desorbitados que trataban de abrazar su existencia, Max era del tipo tímido, re-inteligente en otras áreas aunque en cosas de mujeres llegaba lento a pillarles lo que buscaban, esta vez la claridad del mensaje que Lola enviaba, físicamente con la mirada y sus palabras le hicieron captar el mensaje a millón...
-       Pues –se detuvo un segundo, si queres te ayudo, no sé... se le volvió a salir la timidez, no es que sepa de a mucho, solo un toque... pero, ¿porque estabas mirando esta sección si no sabes nada de esta música?
-       Curiosidad, pero claro hermano, ayudame, ¿vos como te llamas?
-       Max, y vos?
-       Lola
-       Chévere... cuando queras nos pillamos
-       Pues ya, Max, si no tenes nada que hacer, giraba la cabeza como buscando ayuda de alguien, y continuó: pensaba ir con Clemente, mi hijo, a comprarle una hamburguesa en Mac Donalds y después seguiríamos pa’ la casa... vos veras
-       Pues sí, chévere, vamos
-       ¿Queres comer también algo?
-       Oh, no, no gracias, yo de hamburguesas nada de nada hermana y menos Macshit
-       ¿Cómo?
-       O nada solo que no tengo hambre ahora, pero vamos, ¿donde esta tu hijo?

Lola lo busca con los ojos, seguía en el mismo sitio, para ella habían pasado 3000 años hasta poder terminar esa conversación, Max le sonrió cuando ella le miro señalando a Clemente al tiempo que movía su cabeza hacia afuera, como diciendo, vamos. Max 


 

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